Cuando ya esté hirviendo echamos los langostinos, aunque tardemos más tiempo es preferible echar de media docena en media docena a echarlos todos de golpe para que nos queden mejor.
El agua debería dejar de hervir, mantenemos los langostinos en la pota en función de su tamaño:
- Si son tamaño mediano hasta un minuto después de que el agua vuelva a hervir.
- Si son tamaño grande hasta minuto y medio después de que el agua vuelva a hervir.
- Sin son de tamaño muy muy grande hasta dos minutos después de que el agua vuelva a hervir.
Si queremos que queden más sabrosos, inmediatamente después de sacarlos de la pota de agua hirviendo los dejamos enfriar en otra pota con un litro de agua fría con sal (tres cucharadas soperas) durante un minuto. Cuanto más fría esté el agua mejor, un truco para conseguir un temperatura más baja del agua es haber vertido hielo previamente.
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